TEMA 58 EL EMPIRISMO Y LAS
CIENCIAS MORALES: LOCKE Y HUME
Introducción
La
escuela empirista remonta su origen a la Grecia clásica antes de
nuestra era con Pirrón de Ellis que ya defendía el antidogmatismo y
creó escuela, como puede observarse con la obra del s.
II d. C. conocida como "Esbozos pirrónicos" de Sexto
Empírico. En
cuanto a la moral para
un escéptico, lo ideal sería no actuar, pero como eso es imposible,
el escéptico se deja guiar por las experiencias de la vida cotidiana
y las costumbres pero de forma no dogmática. La
escuela pirrónica, en su origen una escuela moral con disputas con
otras escuelas de su época como la escuela estoica, por investigar
la moral, termina investigando la teoría del conocimiento. No
es que el conocimiento no sea posible, sino, que dadas las
condiciones humanas, moralmente, debermos suspender el juicio, no
pronunciarnos, seguir investigando, parar la acción si es necesario
y continuar con la vida. Quizá la facultad humana importante, no sea
la de juzgar, sino sólo la de estar. Esta obra influenció en los
autores de filosofía moderna que buscaban obsesivamente un método
para el conocimiento correcto: Descartes, Hume, Kant. Esta obra de
Sexto fue un texto central para
la filosofía europea
del s. XVII en contra de la escolástica y la metafísica. Pero
¿por qué esta obsesión moderna por encontrar un método infalible
de conocimiento? Todo se debe al cambio de paradigma que se produce
en la modernidad. Abandonamos desde este momento el paradigma
ptolemaico reconociendo
ya, tras muchos años de disputas, el paradigma copernicano. Ahora
bien, durante aproximadamene quince siglos hemos estado equivocados
respecto al universo, defendiendo una idea errónea, ¿quién está
dispuesto a seguir así otros quince siglos? Los
filósofos modernos no, ya sea en temas cosmológicos o en cualquier
otro tema. Así que con este bagage vemos que la
Desarrollo
filosofía política del s.
XVII está marcada por dos obras capitales: el "Leviathan"
, escrito en plena guerra civil por Hobbes y los dos "Tratados
sobre el gobierno civil", escritos por Locke durante lo que
parecía ser la apacible historia del moderno parlamentarismo inglés.
Aunque diferentes en su contenido, ambas parten del mismo concepto de
utilitarismo y de una misma preocupación por la seguridad y la paz.
En la misma época encontramos la obra "Leyes del gobierno
eclesiástico" de Richard Hooke donde se distingue entre "ley
natural" y "ley positiva". Por ley natural entendemos
aquello que obliga al hombre como tal, sin depender de un Estado;
mientras que la ley positiva surge cuando los hombres se unen en
sociedad para remediar la falta de autosuficiencia. Todod lo que cabe
exigir a la ley positivia es que no se oponga a la ley natural, que
sea formulada para el bien común, con el acuerdo de los componentes
de la comunidad donde va a tener vigencia. Hobbes da un paso más e
insite en la necesidad de que la Iglesia esté subordinada al poder
civil, donde existe una supremacía total del Estado. Otros autores
como por ejemplo Milton, por el contrario defienden que el poder
siempre pertenece al pueblo que lo delega en algún poder soberano
momentáneamente, y si éste no lo utiliza debidamente lo pueden
cambiar volviendo a asumir el mismo. En esto Locke siempre parte de
los 'principios prácticos': "si los principios especulativos de
que tratamos en el capítulo anterior no gozan de hechos de
asentimiento universal [...] está mucho más claro que los
principios prácticos quedan lejos de ser universalmente acogidos y
me temo que será difícil presentar una regla moral que pretenda
tener un asentimiento inmediato y general ("Ensayo sobre el
entendimiento humano" I, 2, 1 )
Desde aquí Locke critica la
presunta validez universal de los principios morales empleando los
argumentos de la tradicional filosofía empirista, con la aplicación
del concepto de experiencia. Lo vemos en otro ejemplo del anterior
fragmento: "para saber si existen unos principios morales enlos
que concuerden todos los hombres, me atengo al parecer de cualquiera
medinamente conocedor de la historia[...] ¿Dónde hay una verdad
práctica universalmente admitida sin duda ni reparo, como debería
serlo si fuera innata?" Según el autor, si tomamos como ejemplo
el comportamiento de los bandidos, ellos no siguen normas porque sean
innatas en el ser humano, sino porque son de su conveniencia para el
éxito de su comunidad de bandidos, siendo de tal manera, que cuando
no les interesan, dejan de observarlas. Es más, ¿defenderíamos que
personas que viven del fraude tienen principios innatos de fidelidad
y justicia? Expone aquí Locke una crítica al innatismo, debate que
establecerán en la época moderna racionalistas y empiristas y un
preludio al utilitarismo. Los principios prácticos de moral tienen
que se operativos y conformes a las acciones. Locke sin embargo,
reconoce que hay algo innato en el ser humano, y es el deseo de
felicidad. Así lo vemos en la obra antes citada: "No niego que
haya tendencias naturales [...] pero esto no favorece en absoluto la
doctrina de los caracteres innatos en la mente, que serían
principios de conocimiento para gobernar nuestros actos" (Ibid.
3) Una prueba de que las reglas morales no son evidentes por sí
mismas sino adquiridas es que siempre podemos legitimarlas en base a
razonamientos y cada cual tendrá sus justificaciones personales para
seguir la norma o no. Por ejemplo: "un filósofo antiguo la
derivaría de la dignidad humana y de la obligación de perfeccionar
nuestra naturaleza, un cristiano de la voluntad de Dios, Hobbes de
que el público así lo quiere y de que el `Leviathan' castigaría la
infracción" (Ibid. 5) Así pues, para el autor, lo innegable de
la norma moral es su utilidad. El que exista una gran variedad de
opiniones sobre las reglas morales se debe a que hay distintos tipos
de felicidad que los seres humanos esperan o se proponen, estando más
generalizadas aquellas reglas que ofrecen a cada uno más ventajas si
todos las observan a la vez. Otro argumento contra el innatismo que
expone el autor, es que no se puede nombrar ningún principio moral
ni regla de virtud que no sea en otro lugar del mundo desprecidado y
condenado por esa sociedad, sólo suelen coincidir aquellos
principios de autoconservación que incluso se violan entre
sociedades distintas. Aunque no todas las leyes que permiten la
actividad práctica son positivas. Hay diferencia entre apostar
porque existen ideas o leyes innatas a leyes naturales. Locke sí
está interesado en estudiar la naturaleza humana y cómo hay
aspectos del comportamiento que podemos llegar a conocer mediante el
uso y el ejercicio de nuestras facultades mentales. Entre las ideas
simples que recibimos a partir de la sensación y la reflexión, el
dolor y el placer merecen una consideración muy detallada, sólo
pueden ser descritos por la experiencia, si presenciamos su bien o su
mal es porque las conocemos mediante la reflexión de lo que que
sentimos en nosotros mismos. Llamamos bueno a lo que nos causa placer
y malo a lo que nos causa dolor. Locke no se refiere con esto sólo
al cuerpo sino también a la mente, cualquier deleite o malestar
sentido por nosotros. Y cambia el problema teórico de la libertad de
querer, es decir, de que estamos obligados a querer o a decidir, por
el de la libertad de hacer lo querido, ya que en su propuesta todo lo
que mueve al deseo es la felicidad. En cuanto a esto, en el capítulo
28 de "Ensayo..." aborda si hay conformidad o no entre las
acciones voluntarias del ser humano y la norma por la que es juzgado.
A esta relación la denomina 'relación moral'. Según cómo se
ajuste esa acción voluntaria a la norma se obtienen recompensas o
castigos. Locke admite en este contexto tres tipos de ley:
-Ley divina: determina lo
que es pecado y lo que es deber, promulgada por la luz de la
naturaleza o revelación.
-Ley civil: determina el
delito o la inocencia, es establecida por la comunidad.
-Ley de la opinión o
reputación: establece lo que es virtud o vicio, podría coincidir en
algunos casos con la ley divina según cuánto de religiosa sea la
comunidad.
En resumen, las acciones son
reprobadas o aplaudidas según el país o sociedad de que se trate
por lo que la moral se reduce a la ciencia de las costumbres. Del
estudio de la moral, desprendemos que el bien o el mal morales
coinciden con la conformidad o disconformidad con alguna ley. El ser
humano no es un ser solitario que encerrándose en sí mismo e
interrogándose en busca de una ley práctica impuesta por la propia
razón pueda encontrarla. Es miembro de una sociedad y ciudadano de
un Estado. Así pues, tendrá que adaptar sus `tendencias
naturales`de búsqueda de felicidad al mundo o el mundo a ellas, en
la medida en que le sea posible.
En cuanto al problema
teórico de la libertad, el autor define como voluntad el poder que
tiene la mente de ordenar que una idea sea sometida a consideración
o de impedir que sea considerada. Pero no hay que entender la mente
como agente externo que se encarga de realizar operaciones, es
siempre el mismo sujeto, el individuo concreto que se relaciona de un
modo u otro con sus objetos.
De esta potencia de acción
nacida en la mente, desarrolla Locke los conceptos o aplicaciones de
libertad y necesidad. Libertad es la capacidad o potencia de pensar o
no pensar, moverse o no moverse según las preferencias de su mente.
Por el contrario si el hacer algo o no hacer algo no responde a la
preferencia de la mente no se es un hombre libre. Si no está en
potencia del agente el actuar eligiendo no existe libertad y se trata
de necesidad. La libertad no puede existir si no existe pensamiento,
volición y voluntad, pero éstas tres últimas pueden darse sin que
estemos ante una acción libre. La libertad lockeana está
desentendida de problemas metafísicos o misterios teológicos y del
problema de si la voluntad es libre o no. Tal y como observamos en su
obra: "Si no me equivoco tan falto de sentido es preguntar si la
voluntad del hombre es libre como preguntar si su virtud es cuadrada:
la libertad es tan poco predicable de la voluntad como la cuadratura
de la virtud" Lo cual significa que la libertad sólo pertenece
a los agentes. No debemos preguntar si la voluntad es libre, sino si
un hombre es libre. No se trata tampoco de si es libre para querer,
sino de si es libre para hacer lo que quiere. Es pues, la libertad,
libre albedrío de ejecutar aquello que se desea. Ahora bien, ¿qué
es lo que conmueve a la mente en cada caso particular? La
satisfacción o el malestar, un bien ausente o un deseo. Y todo ello
es distinto de la voluntad, puesto que respecto de una misma acción,
el deseo puede tener una tendencia contraria a la que nos impone la
voluntad, como por ejemplo ocurre con una prescripción médica.
Padecemos un dolor si deseamos un bien ausente, pero no todo bien
ausente produce dolor en la misma proporción, mientras que todo
dolor sí provoca un deseo igual a sí mismo. Un dolor presente forma
parte de una desgracia pero todo bien ausente, no, porque si no,
seríamos desgraciados constantemente hasa el infinito, pues hay
infinitos grados de felicidad que no podemos alcanzar. Por eso, una
vez suprimido cualquier malestar, cualquier porción de bien es
suficiente para que el hombre se sienta satisfecho. El eje sobre el
que gira la felicidad de los seres intelectuales es el poder
suspender la búsqueda de la felicidad en los casos particulares
hasta haberse informado sobre si una cosa particular que les es
propuesta está en el camino de su meta principal.
En otra obra de Locke,
"Tratados sobre el gobierno civil" vamos a encontrar en el
primero, una crítica a la tesis absolutista del "derecho
natural". Defiende que Adán no tuvo ni sobre sus hijos ni sobre
el mundo ninguna autoridad por el derecho natural, ni por donación
positiva de Dios, pues:
- De haberlo tenido, tal
derecho no habría pasado a sus herederos.
- De haber pasado éstee, no
se podría determinar con certeza a quién correspondería, puesto
que no hay ninguna ley natural ni divina sobre quién sea el legítimo
heredero en cada caso.
- Si aún así, hubieran
podido determinarse los herederos legítimos de poco nos aprovecharía
, pues se ha perdido por completo el conocimiento de cuál sea la
línea primogénita de Adán y en ninguna familia del mundo se puede
hacer valer la pretensión de tener derecho a su herencia.
La consecuencia de ello, la
expone en el segundo Tratado: Si no se quiere dar ocasión a pensar
que todos los gobiernos del mundo son solamente producto de la fuerza
y de la violencia y que los hombres no conviven bajo otras reglas que
las de los animales, habrá que encontrar necesariamente otro origen
para el gobierno y para el poder politico y otra manera de designar y
de conocer a las personas en quien ha de recaer ese cargo. En la
perspectiva de Locke, poder político es: el derecho a dictar leyes,
incluida la pena de muerte y en consecuencia, todas las penas
inferiores, para la regulación y salvaguarda de la propiedad y a
emplear la fuerza de la comunidad en la ejecución de todas las leyes
y en la defensa del Estado contra agresiones del exterior y todo ello
únicamente en pro del bien público. Para entender el poder
político, primero debemos saber cómo estaba el hombre antes de él,
en su estado de naturaleza. Estaba en perfecta libertad para ordenar
sus actos. Se trata de un estado de igualdad en el que el poder y la
jurisdicción son recíprocos y nadie tiene más que los otros. Es un
estado amable y no fiero como el que proponía Hobbes. Pero tampoco
un jardín de delicias en un libre juego de impulsos hedonistas. No,
el estado de naturaleza propuesto por Locke, dista mucho del que
defenderá Rousseau en torno al concepto del buen salvaje. En Locke,
el derecho, aunque sea natural, implica deber. En el estado de
naturaleza nadie puede atentar contra la vida, salud, libertad o
posesiones de otro, nadie puede invocar a una libertad que nos
autorice a destruirnos mutuamente. En él, cada uno está destinado a
defenderse a sí mismo y a proteger al resto de la humanidad. Una
guerra de todos contra todos no es una necesidad en el estado de
naturaleza, pero desde luego, es una posibilidad y para limitarla los
hombres se organizan en sociedades y establecen un poder "al que
poder apelar" para que asegure una convivencia en paz. Para que
sea observada la ley natural, todo el mundo tiene derecho a castigar
a los transgresores en grado suficiente para prevenir su violación.
Por eso en el estado de naturaleza unos hombres pueden adquirir poder
sobre otros, pero no un poder absoluto o arbitrario, sino en la
medida necesaria para la reparación, como castigo, hasta donde dicte
la razón y la conciencia. Ése es el únnico uso legítimo en que un
hombre puede hacer daño a otro, para conseguir disuadir al criminal
de nuevas agresiones y no alentar a los demás con ese ejemplo. Así
pues, todos tenemos poder ejecutivo sobre otros pero no es justo que
uno mismo sea juez de su propia causa. Por tanto, Locke critica
duramente la monaquía absoluta.
La construcción de un
gobierno civil no quita a los hombres los derechos de que disfrutaban
salvo el de hacerse justicia a sí mismo. La libertad en el estado de
sociedad consiste en no estar sometido a más poder legislativo que
al establecido de común acuerdo, ni al dominio de otra voluntad ni a
la limitación de más ley que la que este poder legislativo
establezca de acuerdo con la confianza depositada en él. El contrato
para mantener la sociedad civil no implica poder absoluto por parte
del gobierno, en el acto mismo en que los ciudadanos eligen un poder
imponen a éste que les garantice la libertad. Ser libre del poder
absoluto es tan necesario y va tan unido a la seguridad del hombre
que no es renunciable. Locke defiende también que la propiedad
privada es anterior a la sociedad civil y beneficia al conjunto de la
humanidad. Expone que quien se apropia de una tierra mediante su
trabajo no disminuye sino que aumenta los recursos económicos del
género humano. La tierra y todos las critaturas son comunes a todos
los hombres pero cada hombre es propietario de su persona. Si en
relación a ella, con el trabajo de sus manos obtiene algo o modifica
algo a partir de cómo se presenta en la naturaleza, eso lo convierte
en propiedad suya y excluye a los demás de poseerlo. Ahora bien, la
apropición no puede ser ilimitada porque eso va en contra de la ley
natural, debe ser en la medida en que se pueda hacer uso de los
bienes apropiados antes de que se deterioren. Así que un individuo
tiene derecho a la propiedad privada de tanta tierra cuanta pueda
labrar y aprovechar. Locke presenta la propiedad privada como un
derecho natural universal equiparable al derecho a la vida, libertad,
salud e integridad. La proporción de la propiedad privada tiene que
ser moderada para que todos puedan tener una parte.
Las primeras sociedades
fueron los matrimonios, después las familias y después las
productivas, comenzando por las relaciones entre amos y esclavos. Sin
embargo esas sociedades son agrupaciones de humanos pero no son
sociedad civil, ni política, ni Estado. La sociedad política sólo
es auténtica si cada uno de sus miembros renuncia a aquel poder
natural y lo deja en manos de la comunidad. La comunidad se convierte
en árbitro con normas fijas, imparciales e idénticas para todos por
la mediación de hombres ocn autoridad otorgada por la comunidad para
la ejecución de tales normas. Siempre que un número de hombres
forme una sociedad de manera que cada uno renuncie en favor de la
comunidad al poder ejecutivo, será sociedad política o civil. Nadie
puede ser sometido a un poder político sin su consentimiento. Pero
cuando un grupo de personas forma una comunidad o gobierno
constituyen un cuerpo político en el que el la mayoría la que tiene
derecho a decidir siempre dentro de aquellas condiciones previas. El
consentimiento expreso convierte a un hombre en miembro perfecto de
una sociedad, pero el consentimiento tácito es más difícil. Todo
hombre que posea o disfrute parte del dominio de un gobierno ha de
dar su consentimiento y queda obligado a obedecer sus leyes mientras
dure su disfrute. La finalidad de la comunidad política es
autoconservación, la conservación de la libertad y la propiedad de
sus miembros. La problemática es determinar el modo de emplear su
fuerza en vistas a esa finalidad. El poder legislativo no puede
extenderse más allá de lo necesario para el bien común. Este poder
es el más importante, hacer las leyes a las que todos sin
distinción, incluidas las personas con el más alto poder ejecutivo,
están sometidas a la ley para que merezca la pena salir del estado
de naturaleza. El poder legislativo es por tanto el poder supremo del
Estado. Debe haber además un poder judicial independiente que
garantice la imparcialidad. El gobierno no podrá tomar a nadie parte
de su propiedad sin su consentimiento, pues precisamente el fin del
gobierno es la guarda de la propiedad. El poder legislativo ha de ser
también distinto del ejecutivo y a su vez del federativo. El poder
federativo representa a la comunidad frente a las demás y ante los
individuos ajenos a ella, es el competente para generar alianzas,
guerra o paz.Todos los poderes dependen de la voluntad de los
ciudadanos y sólo ella los justifica.
En otra obra de Locke,
"Carta sobre la tolerancia" defiende que lo esencia a l
religión es el culto interno a dios y eso es lo que la comunidad ha
de preservar, pero no las manifestaciones externas de este culto,
pues hay que respetar todas las religiones. Las manifestaciones
externas corresponden para él a signos de la lucha de los hombres
por el poder y no a signos de la iglesia de cristo ni de cualquier
otro. El Estado existe para conservar y promover los bienes civiles y
no la salvación de las almas. Esto es porque en ningún sitio figura
que dios haya atribuido a algún hombre autoridad para obligar a
otros a abrazar una religión concreta y de hecho es imposible tener
fe porque a uno se lo manden u obliguen. El gobierno consiste en
acción y no en fe o creencias. El poder político o civil no puede
prescribir u ordenar artículos de fe ni como dogma ni como culto.
Nadie nace miembro de una iglesia ni está obligado a adherirse a
alguna. La iglesia no puede derivar ningún derecho el Estado ni éste
de la iglesia. Ha de existir una total separación de poderes entre
ambos.
Locke constituyó el
empirismo como el proceder auténtico de la filosofía. Ésta es
presentada por el autor, una teoría del conocimiento cuya principal
tesis es la negación del apriorismo de las ideas innatas. En su obra
"Ensayo sobre el entendimiento humano" pretende reformar la
filosofía siguiendo normas científicas, examiando sus fundamentos y
la validez de sus pretensiones. Las ideas son los contenidos de la
mente humana. Todas nuestras representaciones se fundamentan en la
experiencia, todas nuestras percepciones se fundamentan en la
experiencia pues se han generado de ella. Las ideas simples con estas
percepciones derivadas directamene de la experiencia. Como vemos la
noción de idea en el pensamiento de Locke es opuesta totalmente a la
introducida por Descartes. Para el inglés, el conocimiento es
conocimiento de ideas, no conocemos directamente la realidad sino las
ideas de la realidad. Idea es "lo que es el objeto del
entendimiento cuando un hombre piensa" ('Ensayo sobre el
entendimiento humano' FCE México, 1959, 1;8) En este sentido destaca
dos fuentes de experiencia:
1.La sensación: mediante la
cual los sentidos transmiten desde los objetos externos a la mente lo
que en ella producen aquellas percepciones.
2. La reflexión mediante la
cal se provee al entendimiento de otra serie de ideas que no podían
haberse derivado de cosas externas. En ella la mente separa y
clasifica las diferentes ideas formando los diferentes conceptos.
El conocimiento es la
percepción de la conexión y acuerdo o desacuerdo entre cualesquiera
de nuestras ideas. La elección de la percepción sensorial como
modelo hace que Locke intente reducir el conocimiento, como creencia
justificada y verdadera en forma de proposiciones, a conocimiento
como algo interpretado que se tiene en la mente. Esta clasificación
es subjetiva y voluntaria y por tanto sólo puede aspirar a
conjeturas. Como fuente de certeza o saber defiende la
intuición.Totalmente opuesto al planteamiento racionalista en el
cual la base del conocimiento es la razón, Locke defiende que es la
sensación, donde coinciden el ser y el pensar. El conocimiento es
una relación entre personas y objetos. La razón no nos llevará más
allá de lo revelado por la experiencia. En caso de que existieran
las ideas innatas, las poseerían todos los hombres desde el primer
momento y eso no ocurre. Sólo obtenemos material cognitivo de la
experiencia. Éste es el procedimiento: los sentidos transmiten ala
mente percepciones de cosas según cómo son afectados por los
objetos. Eso origina la percepción más fuerte y en mayor número
que son las ideas simples. Depués la percepción de nuestras propias
operaciones mentales internas reflexiona sobre ellas dando lugar a
las ideas complejas. Y éstos son los únicos orígenes de donde
proceden nuestras ideas. Puede ser de un sólo sentido, de varios o
de introspección o reflexión como el recuerdo, el disgusto... Locke
distingue cualidades primarias o accidentes que son inseparables a
los objetos y cualidades secundarias a las que sólo les corresponde
la capacidad de producir determinadas sensaciones que no están en
los cuerpos propiamente pero están en ellos las causas de las
sensaciones que producen. A Descartes se le plantéo el problema de
la existencia de lo real porque partió de que nuestro conocimiento
era conocimiento de ideas, sin embargo Locke nunca duó de la
existencia de las cosas exteriores a la mente. En eso distingue tres
ámbitos: yo, mundo, dios. Sobre yo tenemos certeza intuitiva de que
existe, sobre dios demostrativa debido al principio de causalidad y
sobre el mundo sensitiva porque sus objetos son los que causan
sensaciones en nosotros. Las ideas simples se producen a través del
entendimiento pasivo, pues nuestra mente sólo espera a ser afectada
por sensaciones, mientras que las ideas complejas pertenecen al
entendimiento activo porque nuestra mente va combinando distintas
ideas simples para elaborarlas. Así ocurre por ejemplo con el
concepto de sustancia, que es una idea compleja. Ocurre a veces que
consideramos lo que en realidad es una idea compleaj, como si se
tratara de una idea simple al no imaginarnos de qué manera puedan
subsistir por sí mismas esas ideas simples, nos acostumbramos a
suponer algún tipo de "substratum" donde subsitan y de
donde resulten, al cual llamamos sustancia. Observamos aquí una gran
diferencia entre Locke y Aristóteles. Para el griego la sustancia no
es un sustrato sino eltipo de ser que compone la entidad completa de
algo, en el caso de la entidad individual es en sí misma compleja.
Sin embargo para Locke es una hipótesis que sustenta lo dado, que
son las ideas simples. Toda cosa es en realidad un colección de
elementos que por inadvertencia consideramos como una única cosa. Al
ser la sustancia un concepto imaginario es algo de lo que podríamos
desprendernos.
No conocemos, por tanto, el
ser de las cosas o noúmeno, sólo sus manifestacions externas o
fenómenos a través de la experiencia. Este punto también será
importante para Hume y en consecuencia para Kant, quien tuvo muy en
cuenta las teorias del empirismo inglés. La experiencia es pues, el
origen y límite de nuestro conocimiento y el único puente entre
nuestra mente y la realidad exterior.
Pese al subjetivimismo de su
método Locke insiste en que nuestras representaciones no deben
tomarse sólo como contenidos de conciencia ya que están provocadas
por afecciones de lo real. En cuanto a grados de asentimiento, Locke
establece los siguientes:
-Intuición: con ella la
mente constata la conveniencia o desconveniencia entre ideas. Sólo
sobre la base de ésta son posibles los restantes gradosde
asentimiento.
-Demostración: por él el
ente conoce también la conveniencia o desconveniencia de dos ideas
pero no directamente sino a través de ideas intermedias que hay que
considerar sucesivamente. No es siempre claro porque algunas de las
ideas intermedias que lo hacen posible no son evidentes.
-Conocimiento de los seres
particulares: sigue siendo verdadero saber pero no alcanza el grado
de certidumbre de los anteriores.
Locke fue maestro de Hume,
quien desarrolló hasta las últimas consecuencias la teoría
empirista en la época moderna. El punto de partida es el mismo que
el de su maestro: no hay conocimiento fuera de lo aportado por la
experiencia. Desde su obra "Investigación sobre el
entendimiento humano" está presente su vocación
antimetafísica. Para él no ha sido nunca una ciencia sino, el mejor
de los casos un vano deseo de penetrar en lo impenetrable y en el
peor, arducia de la superstición, angustia y prejuicio religiosos.
Hume distingue dos clases de filosofía, por un lado la moral, que
considera al hombre como un ser eminentemente práctico, cuyo
objetivo es formar la conducta del hombre y por otro lado la teoría
del conocimiento que considera al hombre como un ser eminentemente
racional cuyo objetivo es formar el entendimiento. La teoría del
conocimiento con frecuencia ha utilizado términos que no están lo
suficientemente bien definidos y eso es la lacra de la filosofía. En
este sentido, si entendemos teoría del conocimiento y metafísica
como sinónimas, ambas pierden contacto con la realidad pero
paradójicamente es de la realidad dequiene quieren mostrarnos sus
principios. Hume apunta a que los poderes de la razón tienen un
límite que está marcado por la experiencia. Si atendemos
exclusivamente a la razón esto nos llevará a errores e
incertidumbres. Todo aquello que sobrepase estos límites ha de
desecharse como sofistería e ilusión. Resulta que la filosofía de
su tiempo no había fijado el fundamento indiscutible de la moral, la
razón, la crítica artística y literaria y en cambio hablaba
constantemente de verdad, falsedad, vicio, virtud, belleza,
deformidad, sin ser capaz de precisar la la fuente de estas
distinciones. (Hume, "Investigaciones sobre el entendimiento
humano" Alianza, Madrid, 1995, p. 20) La ciencia en general y la
filosofía en particular, tienen por tanto el objetivo de conocer las
operaciones que realiza la mente. Hume aporta a la filosofía varios
aspectos:
- Afirmar que los grandes
conceptos sobre los que se ha edificado toda la metafísica y la
filosofía no son otra cosa que ficciones de nuestra imaginación.
- Estas ficciones mentales
las presentamos enmascaradas de lógica.
- Que sólo podemos pensar
percepciones sensibles
-Que el límite de las
posibilidades de nuestra mente es más estrecho que el de sus
ilusiones.
En teoría del conocimiento
Hume destaca porque:
-Renunció a una filosofía
abstracta o metafísica
-Defendió que si la
filosofía pretende ser una ciencia ha de ajustarse al únicocriterio
de verdad científico, la experiencia y la observación.
Para Hume todas las ciencias
están vinculadas a la naturaleza humana y no son por tanto, más que
esfuerzos racionalizadores, idea que será retomada en el s. XIX por
Nietzsche. Cuando la razón descubre que aquellas verdades que
considera fundadas en la naturaleza de las cosas son subjetivas y
justificadas por hábitos en función de 'instinto' del sujeto, se
produce un conflicto. Éste se resuelve al darse cuenta de que la
razón es una manifestación de la naturaleza instintiva del hombre
porque es resultado de hábitos y creencias sobre la realidad, está
producida por sentimientos naturales o instintos y no actos puros de
razón. Así pues, regularidad en unos mismos hechos, no significa
determinación causal absoluta, ya tratemos de filosofía o física.
Así como en nuestras relaciones con la naturaleza física nos basta
con poder esperar que las regularidades descubiertas probablemente
se repitan, en nuestras relaciones con los demás hombres sólo
necesitamos la hipótesis de que cada uno puede saber cómo
reaccionarán probablemente los otros. El autor estudia que existen
unas cualidades que el ser humano valora, sobre sus propios aspectos:
-cualidades útiles a la
comunidad: benevolencia y justicia
-útiles a uno mismo: fuerza
de voluntad, diligencia, frugalidad, vigor corporal, inteligencia y
otros dones del espíritu.
-cualidades queno son
inmediatamente agradables a los demás, modestia, buena conducta,
cortesía, ingenio.
Agrado y utilidad son el
común fundamento de la estimabilidad y la aprobación: la utilidad
se funda en el agrado. La utilidad es agradable y eso solicita
nuestra aprobación, eso es una cuestión de hecho confirmada por la
observación de todos los días. Para Hume el hedonismo no es
'egoísmo', la moral del sentimiento o emotivismo moral también
emplea la razón que sirve de árbitro en los conflictos que surgen
en la vida moral, por ejemplo, la rectitud moral, es objeto de
razonamiento y no meramente de preferencia sentimental. No obstante
la moral deriva de la inclinación y del sentimiento. Así defiende
Hume el utilitarismo moral, el hombre vive en sociedad y la utilidad
que fundamenta la valoración moral de las cualidades personales ha
de ser utilidad para la vida social. Las reglas de la justicia que
imponen limitaciones al uso de los bienes, dependen de la situación
concreta, y de la utilidad que en tal situación reportan a la
sociedad. No sentimos la obligación de justicia hacia los animales y
sin embargo somos conscientes de que sienten, pero no lo sentimos
porque no estamos con ellos en situación de reciprocidad social, de
la misma manera que no la sentiríamos hacia los demás humanos si
pudiésemos vivir en completo aislamiento. Esta misma es la razón de
que las reglas entre naciones se respeten menos que las reglas dentro
de una misma nación. Las naciones pueden, en mayor medida que los
individuos existir sin estrechas relaciones entre sí. Sin embargo,
el hombre no puede permanecer indiferente ante sus semejantes porque
tiene que vivir entre ellos. A pesar de ello, el único móvil no es
el egoísmo individual porque el bienestar y la felicidad
individual es inseparable del bienestar y felicidad colectivo. La
utilidad social es fundamento de la obediencia, que para este
filósofo es la máxima virtud política. Hume examina muy bien la
teoría del pacto social y explica que está de acuerdo en que el
origen del poder es el pueblo y en que los hombres se adhieren al
pacto para lograr paz y orden, sin embargo, insiste en qeu la
experiencia nos dice que la mayoria de gobiernos y estados nacen de
la ocnquista o de revoluciones o usurpaciones.
En su obra "Tratado de
naturaleza humana" pretende elaborar una sicología de las
pasiones que sirva de fundamento a la moral. Distingue como Locke
entre impresiones primarias o de la sensación e impresiones
secundarias o de reflexión. Hume quiere demostrar que la razón no
puede ser nunca motivo de una acciónde la voluntad y que la razón
no puede oponerse a la pasión en lo concerniente a la dirección de
la voluntad. Es la pasión la que determina a la voluntad y la razón
actúa estableciendo relaciones entre ideas pero nunca podrá ser
causa de la acción. Por consiguiente la razón actúa en relación
con las cuestiones de hecho. Cuando esperamos de algún objeto dolor
o placer, sentimos una emoción positiva o aversión y somos llevados
a evitar o aceptar aquello que nos proporciona. Esta emoción nos
hace volver la vista atrás sobre el objeto o el hecho que la ha
provocado intentando averiguar cuáles objetos o hechos están
relacionados con el original mediante la relación de causa-efecto. Y
la emoción se extiende a esas causas y efectos, tal y como nos son
señalados por la razón y la experiencia. Nunca nos concernería en
lo más mínimo el saber que tales objetos son causas y tales otros
efectos si no fuera por las emociones que nos provocan. Por lo que la
pasión es primordial a la razón. Ésta no consiste nada más que en
el descubrimiento de esta conexión. El motivo de la polémica entre
razón y pasión es que en ocacsiones pasiones tranquilas son
confundidas con la razón. Hume acusa a los racionalistas de
pretender que el ámbito moral competa exclusivamente a la razón,
entendida ésta como mera yuxtaposición y comparación entre ideas.
Hume argumenta que la experiencia nos dice que sonlas acciones y
pasiones lo que determinan la moralidad, por lo que no puede ser
explicada por el mero ejercicio racional. El autor niega la
pretensión racionalista de que la razón-entendimiento fundamenta la
ética. Los argumentos para defender esto son tres:
1. La moralidd es una
cuestión práctica, mueve a la acción.
2. La razón da cuenta de la
verdad o falsedad de las proposiciones mientras que la moralidad
responde a la aprobación o desaprobación, pero no puede ser
verdadera o falsa. Por tanto, la moralidad no puede ser objeto de la
razón exclusivamente.
3. Si larazón sola fuera
pertinenente para el descubrimiento de las distinciones morales,
éstas tendrían que consistir en relaciones de ideas o de objetos
que es lo que la razón puede descubrir. Esto es por las siguientes
razones:
- las relaciones no se
aplican exclusivamente a los seres humanos y la moralidad sí
- las relaciones se dan
igualmente entre aspectos internos entre sí, entre aspectos externos
entre sí y entre ambos a la vez; mientras que la moralidad sólo
tiene sentido en el último caso.
- tales relaciones deberían
dar cuenta de la causación voluntad-acción para ser pertinentes a
la moral y esto equivaldría a convertir en necesaria una relación
que sólo pueda ser empírica. La moralidad es una cuestión de hecho
y es objeto de sentimiento y no de razón. La moralidad está en
nosotros mismos, no en el objeto o en el hecho. Cuando declaramos que
una acción es viciosa significa que dada la constitución de nuestra
naturaleza, experimentamos una sensación de censura o desagrado al
contemplarlo o experimentarlo. Los juicios pueden ser verdaderos o
falsos pero no pueden serlo las distinciones morales. Éstas son
impresiones y no ideas. Nuestras decisiones sobre la rectitud o
depravación morales son percepciones. La moralidad es más
propiamente sentida que juzgada. Las impresiones morales sólo pueden
ser causadas por seres humanos. Sólo cuando un carácter es
considerado en general y sin referencia a nuestro interés particular
causa sensación en virtud de lo cual denominamos moralmente bueno o
malo. La esencia de la moralidad está constituida por lo útil, lo
agradable y la benevolencia. Bien y mal no son racionales, nacen de
una preocupación por la a feclicidad y propia. El supremo bien moral
es la benevolencia porque en ella se inlcuye a toda la comunidad.
El intelectualismo moral
apoyado por Sócrates y Platón es bien distinto de la propuesta de
Hume. Para estos filósofos griegos, la condición necesaria y
suficiente para la correcta conducta moral era el conocimiento de qué
sea bueno y malo. Sin embargo, eso es contrario a la experiencia,
pues la gran mayoría de los hombres parecen diferenciar el bien del
mal y a pesar de ello en muchas ocasiones actúan mal. El emotivismo
moral de Hume dando importancia a esta experiencia y a los
sentimientos y emociones como guía de la moral, se acerca más al
sentido común. Hume pone el ejemplo de una cuenta matemática.
Entendemos perfectamente la relación de igualdad entre dos más tres
y la mitad de diez, sin embargo no ocurre eso con las relaciones de
moralidad. Virtud no puede ser lo comparado con una norma justa, pues
esa norma justa, ¿de dónde sale? Virtud es cualquier acción mental
o cualidad que al espectador provoca agrado y vicio la que provoca
desagrado. La razón es válida para las matemáticas pero no para
las decisiones morales. Cuando no podamos observar todo lo que rodea
a ese agrado o desagrado, habremos de suspender la decisión moral y
seguir investigando. Y cuando lo hallamos encontrado todo, la
decisión tomada no será obra del juicio sino del corazón, será un
sentimiento activo. Esto no significa que deba ser individual, pues
en todo hombre hay una misma naturaleza emotiva igual a la de
cualquier otro hombre, que le permite sentir la moralidad del mismo
modo, se trata por tanto el emotivismo moral de una moralidad
universal. A pesar de ello, excepto casos sencillos, es muy difícil
dar con las leyes más justas que respeten los intereses
contrapuestos de las personas y las peculiares circunstancias de cada
acción. La razón nos puede ayudar a decidir cuáles son las
consecuencias de cada acción pero para valorar moralmente es
insuficiente. Si la razón fuese el fundamento de la moral, entonces
la moral tendría que ser un hecho o una relación entre hechos. La
razón sólo puede juzgar sobre hechos o sus relaciones. Sin embargo,
la bondad y la maldad no son hechos ni relaciones de hechos. Si
visualizamos un asesinato, no veremos "malo" o "bueno",
no lo percibiremos con nuestros sentidos. Veremos colores, oiremos
gritos, la física nos podrá decir la trayectoria de la balística,
la medicina por qué murió la víctima y así sucesivamente con
todas las ciencias particulares, pero ninguna nos dirá si ha sido
bueno o malo. Conociendo todo lo que haya rodeado a ese hecho del
asesinato, no será la razón la que juzgue sino el sentimiento. En
definitiva, los juicios morales no enuncian lo que es, sino lo que
debe ser. Confundir esos dos términos es lo que Max Black llamó la
guillotina de Hume y 200 años más tarde Moore denominará la
falacia naturalista, que ha estado ocurriendo a lo largo de la
historia de la ética. Lo que cae bajo la guillotina de Hume es el
intento de deducir una conclusión que contiene un 'debe ser' que no
estaba contenido en la premisa 'ser', en cuanto a lógica es un salto
ilegítimo. Podríamos pensar que si bondad y maldad no son hechos ni
relaciones entre hechos, podrían ser relaciones entre ideas. Bien,
si fuesen eso, sólo podrían ser cuatro posibilidades. Las
relaciones entre ideas o son de semejanza, o de contrariedad, o de
grado de cualidad o de proporción de cantidad y número. Estas
relaciones de ideas también las establecen las mentes de los
animales. ¿Pensamos entonces que los animales realizan juicios
morales? Para Hume eso es inadmisible, por lo que queda claro entoces
que la moral está fuera de las cuestiones de razón. La valoración
moral, está en el sujeto que la realiza y no en el objeto o en la
acción valorada. Cuando decimos que algo es un vicio, decimos que
dada la constitución de nuestra naturaleza, experimentamos una
sensación de desagrado o de sentimiento de censura al contemplarlo.
Igual que cuando vemos un color, según la moderna filosofía que ya
conoce Hume, no es algo del objeto, sino una percepción de nuestra
mente. La moralidad más que pensarse se siente. Por otra parte, no
todo sentimiento de agrado o desagrado es moral. El sentimiento moral
se produce sólo cuando un carácter es considerado en general y sin
referencia particular a nuestro interés particular. Es la utilidad
de la acción la que lo determina. Aunque el autor rechaza los dos
extremos de la utilidad, tanto el altruismo como el egoísmo. La
experiencia prueba que cuando uno se preocupa por su conducta
ordinaria no está en ninguno de los dos extremos.
Conclusión
Hume, además de las
enseñanzas de Locke, también se ve influenciado por los filósofos
del sentido moral del siglo XVIII, en especial el conde de
Shaftesbury y Hutcheson, atendiendo a sus conceptos de benevolencia
altruista y emotivismo moral.
Podemos concluir que la
imposibilidad lógica de que un juicio moral normativo que
corresponde a un 'deber ser' se deduzca de un juicio fáctico que
corresponde a un 'ser' , o dicho de otra manera, la imposibilidad de
que lo fáctico se eleve necesariamente a la categoría de norma, no
quiere decir que el hecho tenga valor de por sí ni tampoco que el
valor pueda darse al margen del hecho o que la norma y su valor
surjan al margen de la realidad humana efectiva. Es cierto que la
norma no puede derivarse lógicamente de un juicio fáctico, pero no
por ello pende en el aire como si no tuviera nada que ver con los
hechos.
Por ejemplo, la norma: "no
se debe discriminar a nadie por motivo racial" , no puede
deducirse lógicamente del juicio que informa acerca del estado
efectivo en que se encuentra un país. Sin embargo la norma responde
a una serie de hechos:
a) la discriminacion produce
humillaciones
b)la discriminación encubre
explotación económica y es fuente de miseria
c)la ciencia demuestra que
no hay razas inferiores
Todos estos hechos, reclaman
la abolición de la discriminación racial e impulsan la creación de
normas para responder a esa necesidad.
Así pues, aunque las normas
morales no puedan derivarse lógicamente de los juicios acerca de los
hechos citados, hay que recurrir a los hechos para comprender la
existencia de las normas aunque no baste apoyarse en ellos para
justificar la validez de la norma.
Dado todo esto, ¿cuál es
la contribución de estos dos autores empiristas a la moral?¿Qué le
pueden aportar a un alumno de Secundaria y Bachillerato? El
empirismo, ya sólo como propedeútica para cualquier investigación
y para la labor filósofica es de gran importancia. Es de sabiduría
suspender el juicio hasta encontrar todos los casos posibles o
sentirse cómodo para valorar algo. Aplicando esto a la moral podemos
obtener dos beneficios, por un lado, no realizar valoraciones a la
ligera, lo cual es útil tanto para la vida diaria como para la
organización de una sociedad y no permitir que nos engañen con
códigos normativos que no estamos dispuestos a asumir. Estar
atentos, tanto a la separación de poderes dentro del Estado como a
justificaciones de normas que provengan de razones que no
compartimos, pues tras la lectura de estos autores vemos que el
prisma de la moral se completa con los sentimientos y que esas
razones o no son tal o no están por encima de ellos.
Bibliografía
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